Reciclaje

[Javier]

La maestra pidió silencio a gritos. Una clase de 25 niños de 9 años, a las cinco de la tarde no era fácil de dominar. Pero los chicos se callaron y se sentaron frente a sus pupitres. Había llegado el momento de que les dijera, como cada día, el tema de la redacción que llevarían de deberes. A Ainhoa se le iluminaron los ojos, mirando absorta los labios de su profesora, como si quisiera adivinar el tema escogido. - Niños, escuchad, para mañana quiero que todos me escribáis una redacción sobre \"El reciclaje\".

Salieron de clase corriendo, las carteras pesadas saltando sobre sus espaldas infantiles. Como era mayor y vivía enfrente del colegio, se iba sola a casa acompañada por dos amigas que vivían en su mismo portal. Las tres niñas merendaron bocadillos de chorizo, mortadela y salchichón, las tres lo mismo, porque cada una comía un tercio del bocadillo de su compañera y de esa manera probaban tres sabores y nunca se aburrían.

Mientras correteaban por el camino y comían con la boca llena, Ainhoa iba pensando ya lo que escribiría. Sus amigas le llamaban soñadora, porque casi siempre al volver a casa no les hablaba, comía como ellas y compartía el camino, pero sus ojos iban abiertos sólo lo suficiente para no golpearse con las farolas de las aceras por las que andaba. – Adiós, hasta mañana. –Se despidió. Rápidamente subió de dos en dos los escalones para llegar a su casa. De un salto llegó al timbre y al instante le abrió su madre, que le esperaba sonriente.

-¡Reciclaje!, gritó, mientras se dirigía a su cuarto.

Cogió su estuche, afiló el lápiz del número 2 y sacó su goma de nata. Aspiró su olor y le dio un pequeño mordisco. Escribió el título, cerró los ojos, suspiró y se puso a escribir.

\"Reciclaje\": \"Mi padre llegó ayer del hospital con un corazón nuevo. Un señor se murió y su familia dejó el corazón en un contenedor del hospital. Le dieron su corazón a mi papá porque a él ya no le servía. Pero como el corazón estaba casi nuevo, lo lavaron, lo arreglaron un poco, y se lo pusieron a mi papá. Yo le he dicho a mi madre, mamá, yo sé que el corazón de papá no es nuevo, es un corazón reciclado, igual que el riñón que le pusieron al primo Pablo. La maestra ha dicho que todos debemos reciclar las cosas viejas. Yo no soy vieja, pero cuando lo sea, daré a reciclar mi corazón\".

\"El club de los jueves\"